La Pedrera - Casa Milá

La Pedrera o Casa Milà es otro de los edificios de Antoni Gaudí que sin duda tienes que ir a ver si vas a Barcelona. Este famoso monumento modernista fue construido entre 1906 y 1910 como edificio de viviendas, aunque sus formas irregulares provocaron al principio alguna crítica negativa de aquellos que vivirían allí. En realidad, la Casa Milá se convertiría en un edificio de aspecto pétreo que refleja la plenitud artística de Gaudí y el modernismo.

Fue la última obra civil de Gaudí ya que, luego, se dedicó completamente a la construcción de la Sagrada Familia.

El diseño de la Casa Milá partió de un encargo de Pere Milà i Camps y Roser Segimon i Artells, un matrimonio que quería un edificio que comprendiera vivienda propia con acceso independiente, y viviendas de alquiler en las otras plantas.

Conoce el diseño y estructura de la Pedrera

El proyecto, de 1905, contemplaba la construcción de 5 plantas de viviendas, con dos patios interiores principales (uno circular y otro oval) y varios patios secundarios. En el sótano se ubicaban cocheras y cuadras para caballos, a las que se accedía desde uno de los patios. También desde allí partía la escalera que llevaba a la vivienda principal.

Lo más llamativo de la Casa Milá es, a primera vista, su fachada ondulada y texturada, con balcones de hierro de formas vegetales, la profusa decoración de la cornisa principal, la azotea recubierta, en partes, con azulejo, cerámica y mármol blanco, y las 71 chimeneas y respiraderos de extrañas formas.

El diseño de la ornamentación de las rejas de los balcones correspondió al arquitecto Josep Maria Jujol, amigo de Gaudí, y su ejecución fue encargada a los forjadores Lluís y Josep Badia i Miarnau. El mobiliario fue diseñado por el mismo Gaudí.

Roser Segimon i Artells, una representante de la burguesía catalana, nunca estuvo de acuerdo, aparentemente, con la decoración interior, pero respetó los deseos de su marido, un admirador de Gaudí. En 1927, después de la muerte de Gaudí, y ya viuda, Roser Segimon redecoró el piso principal al estilo clásico, para lo cual se procedió a la completa demolición del interior original. 

Otros colaboradores en la construcción de este maravilloso edificio, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, fueron los forjadores Domènec Sugrañes y Josep Canaleta, el fundidor Manyach y el yesero Joan Beltran. El constructor fue Josep Bayó i Font.
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Actualmente la Pedrera es un museo y en uno de los pisos se conserva una de las viviendas, incluso con mobiliario. Este edificio es una obra de arte, en lo formal, que se complementa con un extraordinario rigor desde lo funcional.

No te pierdas la azotea

Como cualquier obra de Gaudí, al ver el exterior e interior de la Pedrera, sentirás una mezcla de admiración e incomprensión. Sus obras hacen maravillar a sus visitantes porque están planteadas desde la creatividad y la imaginación. Y la azotea de la Casa Milá es un claro ejemplo.

En la azotea, situada sobre el desván, Gaudí colocó salidas de escaleras, torres de ventilación y torres con un diseño muy innovador: parece un auténtico jardín de esculturas de diferentes tamaños y formas, un jardín de corte fantástico que ha dado pie a múltiples interpretaciones por expertos en arquitectura y arte. George Collins, un reputado crítico e historiador del arte, la calificó como ‘el País de las Maravillas’. La sinuosidad y movimiento natural de su arquitectura es reconocible en otros edificios de igual embergadura, como la Casa Batlló, ubicada unas calles más abajo del Paseo de Gracia. 

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