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A orillas del Moldava, a 170 kilómetros al sur de Praga, está la antigua ciudad Cesky Krumlov, una de las más lindas de República Checa y la más parecida a un cuento de hadas.
Aunque su origen fue en la Edad Media, paseando por sus calles descubrirás que conviven edificios en muchos estilos: gótico, renacentista, barroco.
Siendo una ciudad pequeña, puedes recorrer casi todos los sitios imperdibles en un solo día.
Es el segundo castillo más grande del país, después del Castillo de Praga. Allí tuvieron su residencia los reyes de las dinastías Rosenberg y Schwarzenberg. Fue construido en el siglo XIII y ampliado y remodelado en los siglos siguientes.
Podrás recorrer las estancias reales, los jardines barrocos, la torre del palacio y el teatro giratorio, el teatro barroco mejor conservado del mundo.
Está a los pies del Castillo y es uno de los más antiguos de la ciudad. Allí vivían los artesanos de la ciudad. Recórrelo y encontrarás sitios y monumentos históricos interesantes, como la Puerta Budejovicka (un bastión medieval), el convento e iglesia de las Clarisas y un monasterio.
También podrás comprar artesanías y joyas. Son características de esta ciudad, y únicas en el país, las que usan la piedra semi preciosa moldavita, originada hace 15 millones de años en una lluvia de meteoritos, y tradicionalmente usada como talismán.
Si todavía te quedas con ganas de más, aquí tienes otros planes de lujo para hacer en Cesky Krumlov:
Construida en el siglo XV, tiene un hermoso estilo gótico y algunas esculturas y frescos de gran belleza. Su perfil característico destaca en la orilla opuesta al castillo de la ciudad. Puedes tomar bonitas fotografías desde la orilla opuesta.
Salpicadas a lo largo y ancho de la ciudad hay algunas auténticas tabernas medievales que sirven platos típicos de esa época y excelente cerveza artesanal. Krcma Marketa es un lugar muy recomendable, con un fuego en la mitad de la estancia donde se cocinan los trozos de carne.
Justo frente al famoso hotel Ruze encuentras uno con las mejores vistas de la ciudad. Y sobre la misma calle pero un poco más arriba, a mano izquierda, hay otro con vistas más lejanas. Visita los dos y elige tu favorito.
¿Dónde? En la fábrica Eggenberg. Está en el barrio de Latrán y junto a ella encuentras un restaurante con cervecería donde podrás pasar un momento muy agradable. Siéntate en la terraza y disfruta de una cerveza rubia o negra mientras ves a la gente pasar.
La visita a Cesky Krumlov es verdaderamente imperdible por la belleza de la ciudad. Sin embargo, puede resultar algo extenuante hacer el paseo por libre por los largos tiempos de viaje (más de dos horas). Te recomendamos en este caso contratar un tour con los traslados incluidos y guía de habla hispana. Visitarás los imprescindibles de la ciudad junto a él y no te perderás detalle acerca de la rica historia de cada lugar. También tendrás tiempo libre para moverte por la ciudad a tus anchas.
Tren desde la Estación Central de Praga hasta Ceske Budejovice y allí trasbordo hasta Cesky Krumlov. El viaje dura 3 horas y media y hay varias salidas diarias. El billete cuesta entre 20 y 26 € aproximadamente.
Autobús por la empresa Student Agency, que sale varias veces al día desde la estación Na Knicezi. El viaje dura tres horas. El billete cuesta alrededor de 8 €.
