Farmacia Santa María Novella

La Farmacia Santa María Novella (Officina Profumo Farmaceutica di Santa Maria Novella) forma parte del complejo de la Basílica Santa Maria Novella.

La farmacia nació como enfermería para el convento en 1385, una vez que la Basílica había sido terminada. En 1542 comenzaron a cultivar hierbas aromáticas y en 1609 contaban con un "fraile aromatario". En 1612 la Officina Farmaceutica abrió al público.

El ambiente político de 1500 en adelante propiciaba la medicina aplicada y la creación de jardines de hierbas aromáticas, como los de Pisa y Florencia. En 1498 había aparecido el primer Ricettario Fiorentino, con una segunda versión en 1567, que es considerado el origen de la farmacopea florentina.

La fama que adquirieron los productos de la Officina Farmaceutica en los años siguientes, tanto medicinales como de perfumería, provocó una expansión a otras ciudades de Italia.

Productos de la Farmacia Santa María Novella

Uno de los productos que más fabricó la Farmacia Santa María Novella, y a su vez uno de los más antiguos y conocidos, es la fragancia Agua de la Reina, una fragancia que era preparada por los frailes y que utilizó la mismísima reina francesa Catalina de Médici. En la actualidad se sigue produciendo con los mismos ingredientes del pasado.

Además del Agua de la Reina, se realizaban aguas de lavanda, jabones de oliba y aceites de baño elaborados con productos naturales. Vamos, un paraíso para los amantes de la cosmética y los jabones. 

Curiosidades y anécdotas de la Officina

• L’ Acqua di Santa Maria Novella es no sólo un perfume, sino el producto emblemático de la Officina. Se fabrica desde hace más de 480 años. Catalina de Medici llevó consigo un frasco a Francia para usarlo especialmente el día de su boda con Enrique II Valois.
   
• Fra’ Angiolo Marchissi fue uno de los "frailes aromatarios" más renombrados de la Officina. Dirigió la farmacia por más de 50 años. Una de sus creaciones más famosas, que aún se fabrica, es “l’Acqua antisterica”, un medicamento a base de hierbas y especias. Marchissi también se dedicaba a la alquimia, y durante la peste de 1630 fabricó un medicamento basado en ingredientes secretos tratados alquímicamente.
   
• El libro "Il convivio delle erbe dimenticate", de Franco Banchi, incluye algunas de las recetas gastronómicas populares usadas en Florencia en el Renacimiento, que contienen hierbas aromáticas y flores entre sus ingredientes. Más que recetas, son verdaderas "pociones".