Bacalar

Bacalar es una población que se encuentra en el estado de Quintana Roo de México, en la ribera de la Laguna de Bacalar, una zona de gran atractivo turístico por tratarse de uno de los tesoros más hermosos de todo México con una belleza natural imposible de describir.

Bacalar es un pueblo mágico envuelto de historia y naturaleza, ideal si buscas unas vacaciones y quieres disfrutar de la versión más apacible del Caribe Mexicano. En tiempos de Mayas el pueblo de Bacalar era una importante población comercial que funcionaba como punto de intercambio de mercancías de la Península Yucateca con Centroamérica.

Qué hacer en Bacalar

• En Bacalar se pueden realizar muchas actividades enfocadas al mar, como por ejemplo el snorkel, buceo, kayak, un paseo en moto acuática o navegar en una lancha.
   
• La Laguna de los Siete Colores: se le conoce así por sus 7 colores distintos de azul en sus diferentes niveles de profundidad. Su corriente es alimentada por cenotes de agua dulce, que son los que, a su vez, generan diferentes tonalidades. Cuando la visites, desearás que nadie más la vea, para poder guardar semejante maravilla en secreto, solo para ti.
   
• Cenotes: No muy lejos de la laguna se encuentran los cenotes de Bacalar, donde destaca en Cenote Azul y el de La Bruja. Ambos cenotes se distinguen por sus aguas azul turquesa en las que se puede observar el fondo perfectamente. Muchos buceadores bajan los 30 metros de profundidad para observar la vida marina de las profundidades.
   
• Los estromatolitos: En Bacalar se encuentran unas curiosas formaciones de carbonatos que se han ido acumulando, y que son muy abundantes en ambientes marinos. Parecen corales o formaciones rocosas, y en la Laguna de Bacalar es uno de los pocos lugares en el mundo donde puedes encontrarlos.
   
• Salir a comer: En Bacalar hay restaurantes que son auténticos ejemplos de la cultura y la tradición gastronómica maya, con aportes de otras épocas y culturas. Los tamales, por ejemplo, el arroz con frijoles y leche de coco, o los sotobichay, son solo algunos ejemplos.
   
• Si madrugas, podrás ver los primeros rayos de sol al amanecer tiñendo armoniosamente las cristalinas aguas de la laguna. Los colores serán un espectáculo, y se irán difuminando hacia el horizonte, ofreciéndote un festival de tonalidades que jamás olvidarás. En este lugar, el dicho "A quien madruga, Dios le ayuda", tiene más sentido que nunca.