Formentera

Formentera es una isla preciosa que, junto a Mallorca, Menorca e Ibiza, forma la comunidad autónoma de las Islas Baleares. Es la isla menos poblada del conjunto balear y la cuarta en extensión.

A pesar de sus reducidas dimensiones, sus acantilados y playas son de tal belleza que el turismo considera Formentera como un paraíso en la tierra ideal para unas vacaciones de desconexión.

Breve historia

Las evidencias arqueológicas nos cuentan que a finales del tercer milenio antes de Cristo, ya había poblaciones estables en Formentera. Así como también sabemos con seguridad que hubo fortificaciones de época romana imperial, como la que se ha excavado en el yacimiento de Can Blai.

Posteriormente, tras el período de dominación musulmana, Formentera pasó a formar parte de la Corona de Aragón ya en el año 1235. Pero la peste negra llegó para complicarlo todo, además de las amenazas de asaltos de piratas. No fue hasta el siglo XVII cuando Formentera se volvió a habitar de nuevo.

En el siglo XX, Formentera fue el escenario de grandes transformaciones culturales, gracias a la economía autosuficiente. Además, el turismo se convirtió en el principal motor económico de la isla, lo cual hizo que los lugareños dejaran de lado ciertas tradiciones enfocadas al pasado, y se dedicaran más activamente a otras propias de un mundo global y moderno.

Qué ver en Formentera

• Visita sus mejores playas y calas: Si por algo destaca Formentera, es por sus estupendas playas de arena blanca. Algunas como la Cala Saona, Migjorn o Illetes son un pura fantasía, no solo por la comodidad de su arena, sino por su agua cristalina y cálida.
   
• Ve al Faro de las Mola a ver el atardecer: En uno de los puntos más altos de Formentera se encuentra un fantástico faro ubicado al borde de un acantilado de 200 metros que ofrece unas vistas al mar increíbles. Si a estas vistas le sumas los colores del atardecer o el amanecer, la experiencia se eleva al cubo.
   
• Alquila una bicicleta y recorre la isla: Formentera no es muy grande, por lo que hacerla en bicicleta y recorrer sus costas y atractivos turísticos no es ninguna locura. De hecho, verla así es una manera muy común y a su vez, ideal para vivirla de cerca y respirando la brisa del verano.
   
• Conoce los pueblos de casitas blancas: Formentera no es una isla con macro edificios ni grandes avenidas, pero sí que tiene pueblecitos con valles muy pintorescas que vale la pena visitar, como Sant Francesc, Sant Ferran o el Pilar de la Mola.