Palacio de Linderhof

Linderhof es un palacio ubicado a lo largo de un extenso valle de Baviera, muy cerca del pintoresco pueblo bávaro de Oberammergau. Se trata del más pequeño de los tres palacios que el príncipe bávaro de la Casa de Wittelsbach, Luis II de Baviera, construyó, y a su vez, el único que vio finalizado.

Se enclava en un entorno idílico, pero más allá de los parajes, jardines y bosques que le rodean, Linderhof es también un edificio maravilloso con una fachada de estilo barroco que quita el aliento, así como sus interiores de estilo rococó con referencias a Luis XIV, un rey al que Luis de Baviera admiraba fervientemente.

El Palacio, un refugio del rey

Antes de ser un edificio real, fue un pabellón de caza real. Este tipo de transformación fue muy habitual en edificios de familias nobiliarias. Esto ocurría porque en numerosas ocasiones encontraban la paz en esos lugares que un día constituyeron un lugar de descanso, alejado del ajetreo de la corte y el bullicio de las grandes ciudades.

Luis II de Baviera subió al trono con tan solo 18 años, y desde entonces, empezó a desarrollar grandes proyectos arquitectónicos. Entre el precioso Neuschwanstein y Herrenchiemsee, proyectó Linderhof, con la intención de convertirlo en un reducto de paz para disfrutar de esa anhelada serenidad.

Linderhof, entonces, fue construido entre 1869 y 1886 tras numerosas ampliaciones y rediseños. Su construcción siempre estuvo muy influenciada por Versalles, la prueba de ello, son también sus jardines.

Los Jardines de Linderhof

Los jardines de Linderhof no son, en absoluto, menos interesantes que sus interiores. Más bien todo lo contrario, para muchos, es incluso lo más bonito del lugar.

Una de las zonas que más merece la pena visitar son los jardines que se ubican al sur del palacio, con sus chorros de agua de hasta 22 metros de altura y el pequeño Templo de Venus que se alza imponente en un montículo del recinto ofreciendo unas maravillosas e idílicas vistas al castillo y al entorno en el que se ubica.

¿Cómo llegar al Palacio de Linderhof?

La comunicación en transporte pública para llegar hasta aquí es bastante más engorrosa que llegar en tu propio vehículo, aún así, te explicamos las diferentes opciones:

• Puedes llegar en coche desde Múnich tomando la autopista A95 hasta Oberau. El trayecto es de 1 h y 20 minutos (96,5 km). Cuando llegues al recinto, podrás aparcar en el parking.
   
• Otra opción es tomar el autobús 9622 desde la ciudad más cercana, Oberammergau. Para llegar a esta ciudad puedes tomar un tren desde la Estación Central de Múnich con las compañías de Eurolines o Meinfernbus.

Visita el Palacio de Linderhof con un tour

Sin duda, la mejor opción para llegar hasta el Palacio de Linderhof es contratando un tour con un guía hispanohablante y transporte incluido. Así te olvidas de todo y no tienes que pensar en cómo llegar. Con este tour, conocerás el famoso Castillo de Neuschwanstein, visitarás el pintoresco pueblo de Oberammergau y finalmente te llevarán al Palacio de Linderhof.

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