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Qué visitar en Praga: 10 lugares imprescindibles

Praga es uno de esos lugares que hay que visitar al menos una vez en la vida. Su belleza, su historia y su cultura le han forjado la fama de ser una de las ciudades más atractivas del mundo. Y podemos asegurarte que está a la altura de las expectativas.

Si tenemos que elegir un barrio de la ciudad, probablemente nos quedamos con las postales que regala Stare Mesto, el casco histórico, considerado Patrimonio de la Humanidad. Pero la parte más moderna también tiene mucho para ofrecer e incluso sus alrededores tienen perlas ocultas. Como por ejemplo, la imprescindible escapada a Karlovy Vary, o la excursión a Ceský Krumlov, una localidad que desprende encanto medieval por todas sus esquinas. 

Si te estás preguntando por dónde empezar a descubrir tanta belleza, no desesperes: aquí te dejamos una lista de los 10 imprescindibles en Praga (más un punto extra en el que te hablamos de los mejores cruceros por el Río Moldava). Y si también tienes curiosidad acerca de los mejores planes para hacer en la ciudad, no te pierdas nuestras 45 cosas para ver y hacer en Praga.

1. Plaza de la Ciudad Vieja

En la plaza de la Ciudad Vieja podrás tomarle el pulso a la ciudad de Praga. Trata de visitarla a primera hora para tenerla toda para ti. A lo largo del día se llena de locales, músicos callejeros y viajeros que se acercan a ver el imperdible espectáculo de su reloj astronómico. Las figuras de 12 apóstoles del reloj desfilan todos los días entre las 09:00 y las 21:00 h cada hora en punto.

La plaza vieja es el corazón del centro histórico de Praga y en ella hay muchos lugares que vale la pena visitar. Los dos que no puedes perderte son la iglesia gótica de Nuestra Señora de Tyn y el edificio del Ayuntamiento. Desde la torre de este último tendrás unas de las mejores vistas de la ciudad. Reserva las entradas por anticipado para evitar las colas.

Por último, siéntate en un bar frente a la plaza y disfruta de ver a la gente pasar. Vivirás la esencia de Praga.

La Plaza Vieja está entre las paradas del autobús hop-on hop-off. Puedes reservar tus billetes online y usarlo para descubrir este y otros imprescindibles de Praga.

La céntrica plaza de la Ciudad Vieja, en Praga

2. Puente de Carlos

El puente de Carlos es para muchos el símbolo indiscutible de la ciudad. Cruza sobre el río Moldava y une dos zonas imperdibles de Praga: Stare Mesto (Ciudad Vieja) y Mala Strana (la Ciudad Pequeña). El puente está sumamente concurrido durante el día, por lo que nuevamente te recomendamos madrugar (¡o trasnochar!) para disfrutarlo en calma.

Las 30 estatuas, realizadas por excelentes escultores, son lo primero que llama la atención del puente. Pero el animado ambiente no se queda atrás: los artistas callejeros y artesanos que ofrecen sus creaciones son también parte del atractivo.

Cuando estés atravesando esta maravilla del siglo XV, acércate a la estatua de San Juan Nepomuceno y apoya tu mano sobre su cruz arzobispal colocando un dedo sobre cada estrella. Muchos aseguran que de esta forma se cumplirán tus deseos.

El puente de Carlos, uno de los símbolos de Praga

3. Callejón del Oro

La calle más bonita de Praga tiene que estar en tu itinerario. Se encuentra dentro del Castillo de Praga (del cual te hablaremos más adelante) y es dueña de un encanto absolutamente único. Mezcla de museo a cielo abierto y exclusivo mercado de artesanías, en ella se alinean 16 casas pintadas de colores. ¿Qué hay dentro? Pues bien, en algunas de ellas se recrea la historia de quienes habitaron el callejón durante los últimos cinco siglos. Mientras que en otras funcionan las mejores tiendas de artesanías que encontrarás en la ciudad.

Si quieres hacerte con alguna de las clásicas marionetas de Praga, este es sin duda el lugar para hacerlo.

El Callejón del Oro tiene una historia apasionante. Fue hogar de orfebres, alquimistas y escritores. No dejes de recorrerlo para hacer un viaje en el tiempo y empaparte de la atmósfera tradicional de Praga.

Coloridas casitas en el Callejón del Oro, dentro del Castillo de Praga

4. Catedral de San Vito

La catedral de San Vito es uno de los tesoros más grandes de Praga. Tiene tantos encantos que es difícil saber por dónde comenzar a detallarlos. Para empezar, es uno de los mejores ejemplos del estilo gótico en la ciudad. En segundo lugar, tiene una historia de más de 600 años, en la que fue protagonista de grandes sucesos, como la coronación de reyes y reinas checos. Además, en ella están enterrados importantes personajes de la historia local.

En cuanto a su arquitectura, hay muchas cosas para ver y disfrutar: la preciosa decoración de la capilla de San Wenceslao, el impactante mosaico veneciano del Portal Dorado y las coloridas vidrieras art nouveau diseñadas por Alfons Mucha.

La guinda del pastel es el mirador de la torre sur. Si te animas a subir la larga escalera de caracol, tendrás una de las mejores vistas de Praga desde las alturas.

La majestuosa fachada de la catedral de San Vito, en el Castillo de Praga

5. Barrio y cementerio Judío

El barrio judío es otro de los imprescindibles de Praga, y el cementerio es el mejor lugar para empezar la visita. Lo que más llama la atención es la forma en que las lápidas se superponen unas a otras, compartiendo forzosamente el poco espacio disponible. Desde allí podrás continuar el recorrido visitando las sinagogas. Hay seis de ellas y todas merecen la pena. Si tienes que elegir una, te recomendamos la Española, que tiene un maravilloso interior de estilo morisco.

Las entradas a las seis sinagogas y el cementerio están incluidas en la Prague Card. Tenlo en cuenta cuando planifiques el itinerario para ver si te conviene conseguirla.

Si eres amante de la literatura tienes una ruta más para hacer: visitar la estatua y la tumba de Franz Kafka (en la calle Vězeňská y el nuevo cementerio judío, respectivamente).

También puedes seguir descubriendo la historia de los judíos en Praga con una excursión a Terezín.

Lápidas superpuestas en el antiguo cementerio judío de Praga

6. Clementinum

Después de haber visitado este edificio, es probable que logre robarte un suspiro cada vez que su recuerdo regrese a tu mente. El Clementinum es uno esos lugares mágicos, que cuesta creer que existan en verdad. Puede confundirse fácilmente con el escenario de una película de magos y fantasía, pero es en verdad un complejo creado por los dominicanos y lo jesuitas para propagar su doctrina.

¿Qué puedes ver en él? Para empezar, la Biblioteca Barroca: una sala con interminables estanterías repletas de libros y los más magníficos frescos en el techo. También podrás visitar la Capilla de los Espejos, con un piano en el que tocó Mozart; la Sala de los Meridianos, donde fliparás con antiguos instrumentos astronómicos, y la Torre Astronómica. Esta última es la cereza del pastel. Tiene una torre de 68 metros de altura en la que tienes fabulosas vistas del centro histórico a 360°.

Frente del Clementinum de Praga

7. Monte Petrín

Cuando quieras descansar un poco del ritmo de la ciudad y conocer a la vez un imprescindible de Praga, dirígete al Monte Petrín. Te será sencillo llegar hasta él en el funicular desde la estación Újezd del tranvía, en el barrio de Mala Strana.

Si estás con niños en Praga, no te pierdas el Laberinto de Espejos. Y si estás con energía, anímate a subir los 299 escalones de la Torre de Petrín: tendrás unas espléndidas vistas de la ciudad desde su mirador (uno de los más altos de la ciudad).

Después de semejante hazaña, podrás recostarte sobre el pasto verde del monte y disfrutar de las maravillosas vistas de los jardines, antiguas viñas y árboles frutales (si te apetece, puedes probar las frutas sin ningún problema. ¡Te lo recomendamos!).

Una vez que hayas tomado suficiente aire fresco, puedes acercarte a la iglesia de San Lorenzo o al Memorial a las Víctimas del Comunismo, en la base del monte.

Torre de Observación del Monte Petrín

8. Stare Mesto

Stare Mesto, la Ciudad Vieja, es uno de los barrios con más encanto de Praga. ¿Qué puedes hacer aquí? Sumergirte en la esencia de la ciudad. Un buen número de los imprescindibles que mencionamos en esta lista se encuentran en este barrio: la Plaza de la Ciudad Vieja y el Clementinum, por ejemplo. Pero sus encantos no terminan ahí. Puedes ver también la famosa Torre de la Pólvora, visitar el Teatro de los Estados, donde Mozart estrenó Don Giovanni en 1787, o caminar por la Plaza de los Cruzados, pequeña y encantadora.

Stare Mesto es un barrio lleno de magia que no querrás perderte y que incluso puedes usar como tu base de operaciones, ya que es un excelente lugar para buscar alojamiento en Praga.

Te recomendamos caminarlo a tus anchas y perderte en sus calles para descubrirlo por ti mismo.

También puedes optar por descubrir la ciudad vieja de Praga junto a un guía experto. El paseo incluye también una visita a la bellísima ciudad de Kutná Hora.

Stare Mesto, la Ciudad Vieja de Praga

9. Nove Mesto

En la Ciudad Nueva de Praga lo primero que querrás ver es la Casa Danzante. Este edificio de original arquitectura es uno de los más llamativos (¡y polémicos!) de la Praga moderna. Fue diseñado por el arquitecto checo-croata Vlado Milunic en colaboración con el mundialmente famoso Frank Gehry. Al verlo comprenderás inmediatamente porqué el nombre: el edificio parece una pareja de bailarines en plena danza. De hecho, Gehry lo llamó en un comienzo Fred and Ginger, en honor a los bailarines estadounidenses.

¿Qué más visitar en Nove Mesto? La plaza de Wenceslao, de gran importancia histórica ya que fue un lugar clave en la caída del comunismo; el Museo Nacional de Praga y el Teatro Nacional de Praga.

Después de recorrer el barrio puedes acercarte hasta el río y relajarte tomando algo en uno de sus barcos-pubs, típicos de la ciudad.

Visita Nove Mesto en un tour junto a un guía especializado y descubre la Praga oculta.

Perfil de la famosa Casa Danzante en la Ciudad Nueva

10. Castillo de Praga

¿Castillo o pequeña ciudad? Seguramente esa es la primera pregunta que vendrá a tu mente cuando te acerques al recinto amurallado del Castillo de Praga. Y es que el famoso Castillo de Praga no es en realidad un edificio, sino un complejo monumental que reúne varias construcciones. En su interior verás calles, plazas, un palacio, una catedral… Todo eso siempre y cuando logres organizar tu itinerario. El complejo está abierto de 06:00 a 22:00 h y tiene entrada gratuita, pero los monumentos que encontrarás en el interior son de pago y suelen cerrar sus puertas a las 17:00 h.

Es una buena idea contratar un tour para conocer a fondo esta maravilla sin preocuparte por cuestiones de tiempos o entradas. Sea como sea que decidas visitarlo, no puedes perderte: el Callejón del Oro (del que ya te hemos hablado), la Basílica de San Jorge, el Antiguo Palacio Real y la Catedral de San Vito.

El Castillo de Praga iluminado al anochecer

Plus: río Moldava

Praga no sería Praga sin el río que la atraviesa. Por eso, otra de las cosas que tienes que ver en la ciudad es el río Moldava. El curso de agua, que nace en la Selva de Bohemia y corre hacia el Elba, atraviesa también en su camino Ceské Budejovice y Cesky Krumlov (que merece una visita especial).

Desde las aguas, la ciudad cobra un encanto incomparable, casi mágico. Si tienes la oportunidad de hacer un crucero por el Moldava, no te la pierdas.

Si prefieres mantenerte en tierra firme, camina por la calle Platnerska hasta llegar al agradable paseo junto al río, desde donde tendrás unas hermosas vistas del Puente de Carlos.

Y si te animas a más, también hay varias rutas para hacer en bicicleta junto al agua. La más recomendable es la que conduce a la confluencia con el río Berounka, que se puede continuar para llegar hasta el castillo de Karlstejn (otro imperdible).

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