Cuenca

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20 cosas que ver y hacer en Cuenca

Al momento de planear tu viaje a Cuenca, seguramente querrás saber cuáles son sus imprescindibles, esos lugares que te muestran la ciudad a fondo. Pero también es bueno tener una hoja de ruta que te cuente cómo sacar el máximo provecho de esas visitas y te diga con qué planes condimentarlas para transformar tu escapada en algo especial. Los mejores lugares para comer, los alojamientos, los planes nocturnos… Esas pequeñas pinceladas que llenan un viaje de color. Pues bien, aquí te presentamos ese mapa con todas las anotaciones al margen que te ayudarán a sacarle el mayor jugo a la experiencia. ¡Comencemos!

Panorámica de la ciudad de Cuenca

1. Empezar la visita a Cuenca cruzando el Puente de San Pablo para tener una de las mejores vistas de las Casas Colgadas. ¡Es una imagen que te será difícil olvidar!

2. Tener espectaculares vistas de la Plaza Mayor de Cuenca desde el triforio de la Catedral. Este espacio se encuentra abierto al público desde hace algunos años y visitarlo es una experiencia muy emocionante. Durante todo el recorrido tienes vistas novedosas de distintas partes de la catedral. Especialmente recomendado para amantes de la arquitectura.

3. Observar la viguería de madera en el interior de las Casas del Rey (ese es el nombre que tienen las casas donde se aloja el Museo de Arte Abstracto). Si haces el recorrido junto a un guía experto, podrás conocer cada detalle sobre su interesante historia, que se remonta a la época medieval.

4. Tomar algo en una de las Terrazas que dan a la Plaza Mayor. Los clásicos es un buen lugar. Tienen preciosas vistas y además hay conciertos de música en vivo. Averigua los horarios y siéntate a disfrutar del show acompañado de una bebida. Con cada consumición te ponen un caldo y una tapa.

5. Sorprenderte con los “rascacielos” del barrio de San Martín. Son en realidad casas antiguas, muy altas y estrechas, ¡que parecen desafiar a la gravedad! Cuando estés ahí, cuenta las plantas… ¡en algunos casos llegan hasta 10!

6. Conocer todos los detalles sobre la flora, la fauna y la historia geológica de la Ciudad Encantada. Hay muchísimo por descubrir, y vale la pena hacer una visita guiada para que lo expliquen todo. Es un recorrido interactivo en el que te animan a no quedarte con ninguna duda. ¡100% recomendable!

Ciudad Encantada, en Cuenca

7. Visitar la librería-tienda del Museo de Arte Abstracto. Tiene algunos objetos muy interesantes para llevar de regreso a casa, como catálogos de exposiciones, reproducciones y excelentes libros de arte. No te vayas del museo sin darle una mirada a sus tesoros.

8. Dedicarle un día entero a la Ruta de las Caras. Así puedes aprovechar para refrescarte en el embalse que está junto a ella o alquilar una piragua para recorrer sus aguas turquesa.

9. Visitar la Fuente del Abanico y descubrir su leyenda. Se encuentra al final del Paseo del Júcar, en el Recreo Peral. Con respecto a la leyenda, te adelantamos que el abanico en cuestión perteneció a una dama que engañaba a su marido con un amante en el lugar donde se levanta la fuente y que accidentalmente olvidó el abanico junto a ella. ¡Descubre el resto de la historia in situ!

10. Llegar hasta el lugar del nacimiento del río Cuervo. Es un paisaje de cascadas y manantiales que parece salido de un cuento de hadas. Puedes llegar a este fabuloso lugar en medio de la naturaleza con un práctico tour que te lleva también a conocer la Ciudad Encantada, otro imperdible de Cuenca.

Nacimiento del río Cuervo, cerca de Cuenca

11. Alojarte en el Parador de Cuenca. Si tu presupuesto lo permite, es una experiencia increíble. El parador ha preservado la arquitectura y el estilo original del antiguo convento, y tiene algunos rincones de ensueño, como el patio interior. Si prefieres buscar alojamiento en otra parte de la ciudad, también puedes visitar la cafetería o el restaurante para conocer el parador. ¡Vale la pena!

12. Caminar desde la Plaza Mayor hasta la torre Mangana y hacer un alto en la Plaza de la Merced. Es un rincón repleto de encanto con varias fachadas barrocas especialmente bonitas: la del Seminario Mayor de la ciudad, la de la Iglesia y la del Convento de la Merced.

13. Visitar las ruinas del Castillo de Cuenca. Son los restos de una fortaleza árabe, de la que se puede ver una muralla, y el Arco de Bezudo, una de las antiguas puertas de acceso a la ciudad. Vale la pena llegar hasta allí para adentrarse en la historia antigua de Cuenca y apreciar las bonitas vistas de los alrededores, ya que está en la parte más alta de la ciudad.

14. Descubrir las bellezas de Cuenca bajo una nueva luz con un tour nocturno. Es ideal para viajeros curiosos que quieren ir más allá de los circuitos tradicionales de turismo. Visitas lugares emblemáticos como lo la catedral o las casas colgadas, y otros menos populares pero igual de genuinos. Además, te enteras de algunas interesantes leyendas de la ciudad que es difícil descubrir durante los paseos clásicos. Muy recomendable.

15. Aventurarse en la Castilla monumental para ver lo mejor de La Mancha. Estando tan cerca de lugares como los molinos que inspiraron a los gigantes del Quijote o del Castillo de Belmonte, no puedes perdértelos. Reserva un tour con los traslados incluidos y déjate llevar en un paseo de un día completo con las entradas y almuerzo incluido.

Molinos en La Mancha, cerca de Cuenca

16. Conseguir un toro ibérico para llevar de regreso a casa. Es una de las figuras más emblemáticas de Cuenca. El original se encuentra en el Museo Arqueológico de Cuenca, pero puedes encontrar excelentes reproducciones en el centro de artesanías de la iglesia de Santa Cruz (Calle Santa Catalina s/n).

17. Probar el alajú, un dulce típico de Cuenca que encuentras en todas las pastelerías e incluso en algunos restaurantes como postre. Está hecho a base de miel y almendras tostadas. En la tradicional confitería Ruiz venden uno para chuparse los dedos (calle Carretería 12).

18. Disfrutar la noche conquense. Te proponemos 3 planes distintos: visitar un buen bar de copas, como el clásico La Edad de Oro; ir al cine (el Odeón Mirador es el más popular de la ciudad); o sentarte en las escaleras del barrio de San Miguel a beber algo y apreciar las vistas junto a los locales que disfrutan este plan.

19. Visitar el mercadillo de Cuenca. Es un mercado típico donde comprar productos frescos locales y muy buena comida tradicional. Además de comestibles, encuentras desde flores y plantas hasta ropa, pasando por utensilios de cocina y productos de limpieza: ¡de todo! En Pasaje Antonio Maura.

20. Beber un resolí, un licor típico con café, canela y limón. Lo sirven en casi todos los bares y restaurantes de Cuenca. Por ejemplo, puedes pedirlo en el Mesón Plaza Mayor, ubicado a pasos de la Catedral. Tienen muy buenos platos típicos a buen precio (menú por 15 € con bebida).

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