Catedral del Buen Pastor

La catedral del Buen Pastor es, junto con la Basílica de Nuestra Señora del Coro, uno de los edificios religiosos más importantes de Donostia. Es de estilo neogótico y su afilada aguja de 75 metros es visible desde casi cualquier punto de la ciudad. 

Breve historia de la catedral del Buen Pastor

En 1881 se ordenó la creación de una nueva parroquia en San Sebastián, y en 1887 el Ayuntamiento cedió un terreno en la parte meridional de la ciudad, ocupado por arenales y marismas. En ese mismo año se definieron las bases para el concurso, que ganó el arquitecto local Manuel Echave con un proyecto de estilo neogótico.

La familia real fue invitada a la ceremonia de colocación de la piedra fundamental, en septiembre de 1888.

El primer paso para la construcción fue drenar el terreno, tarea que tuvo que realizarse más de una vez, ya que la parcela era todavía una marisma. La piedra utilizada en la construcción fue arenisca de las canteras del monte Igueldo, la misma que se usó en tantas otras construcciones de la ciudad. Para la pizarra de la cubierta, por otra parte, se trajo material de Angers, en Francia.

Después de 9 años de trabajo, la iglesia fue también consagrada por la reina María Cristina en 1897, dos años antes de que la obra fuera terminada por completo, torre incluida.

En 1950 se creó la diócesis de San Sebastián, con lo que fue necesario elegir un templo para que se convirtiera en su catedral. El elegido fue la iglesia del Buen Pastor, que en 1953 se convirtió finalmente en catedral, después de varias modificaciones para adecuarlo a su nuevo rango.

¿Qué ver en la Catedral del Buen Pastor?

Las gárgolas y los pináculos están entre los detalles más llamativos del exterior, junto con la Cruz de la Paz, una obra de alabastro de 800 kg que el escultor Eduardo Chillida regaló al templo en su centenario. 

Al ingresar a la catedral, una de las primeras cosas que llama la atención son las coloridas y abundantes vidrieras. Fueron diseñadas por Juan Bautista Lázaro y fabricadas en León y Barcelona. 

Hay 7 ventanas dobles en el ábside, que representan a los doce apóstoles y los Sagrados Corazones de Jesús y María. También hay vidrieras figurativas en el baptisterio. La mayor parte de los laterales de la iglesia, tanto en la parte inferior como en la parte superior, están decorados con vidrieras abstractas. Dos espectaculares rosetones cierran el crucero.

La llamativa iluminación natural que brindan las vidrieras a la iglesia es uno de sus mayores encantos.

El órgano de la catedral, por su parte, merece mención aparte. En el momento de su inauguración, en 1954, era el mayor órgano de España y uno de los más grandes de Europa.

El órgano en números

5 teclados para manos

1 teclado para pies

106 registros

9.535 tubos

10 metros de alto tiene el tubo mayor

30 toneladas de peso

1,5 millones de pesetas fue su costo