Seguridad en Marruecos

En Marruecos hay riesgos comunes a cualquier otro destino, como el robo de pasaportes o pertenencias, por lo que se recomienda llevar siempre fotocopias de los documentos, y dejar los originales en la caja de seguridad del hotel, si estuviera disponible. La policía suele pedir documentación a los turistas, pero sólo con fines de verificación. Suelen ser muy amables aunque no muy efectivos en caso de sufrir un robo en la vía pública, ya que están limitados en sus posibilidades de investigación.

Uno de los mayores “peligros” que puede correr un turista en cuanto a seguridad en Marruecos, es el “acoso” en la calle, tanto de parte de falsos guías turísticos como de supuestos “peatones” que aparentemente intentan ayudar al desprevenido. Estas situaciones suelen terminar en robo u ofrecimiento de drogas (el consumo, compra y/o tráfico de cualquier tipo de droga, incluyendo el kif, está prohibido). No tema decir “no” ante el ofrecimiento no requerido de un servicio, por ejemplo un taxi. Sea firme y amable en la negativa, evite cualquier tipo de confrontación.

Las mujeres que viajan solas pueden sufrir atención no requerida de parte de los hombres en la vía pública. Una forma de prevención es evitar el contacto visual directo (usar gafas de sol suele ser un buen truco), pero en caso de insistencia debe negarse en forma firme y evitar la confrontación. La mayoría de las veces se diluye el inconveniente con acercarse a un grupo familiar, entrar en alguna tienda donde haya muchas personas o simplemente pedir ayuda a alguna mujer local.

Para evitar problemas de seguridad en Marruecos se recomienda evitar ciertas zonas con conflictos políticos o de fronteras, como el Sahara occidental, la zona fronteriza con Argelia y la cadena montañosa del Rif; no se debe circular por zonas desérticas sin señalización ni fotografiar instalaciones militares.