Guía de turismo y viaje de Jerusalén

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Cúpula de la Roca en Jerusalén

Si tuviéramos que etiquetar a una ciudad con el adjetivo de magnetismo espiritual, sin duda, lo haríamos con Jerusalén, la capital de Israel y la ciudad más grande del país, justo después, vendría Tel Aviv. Geográficamente ubicada en los montes de Judea, entre el mar Mediterráneo y la ribera del mar Muerto, sus asentamientos más antiguos datan del V milenio a. C., y son infinitas las historias que nos cuentan sus vestigios y yacimientos arqueológicos.

Jerusalén es esa ciudad donde las historias se entrelazan y las culturas se enfrentan. El resultado de esta pluralidad es una ciudad que se reinventa constantemente, ofreciendo a sus visitantes experiencias intensas y multisensoriales.

La Ciudad Vieja de Jerusalén es un espacio sagrado para judíos, musulmanes y cristianos, de ahí que resulte asombroso escuchar las campanadas de las iglesias, los llamamientos a la oración islámicos o el shofar judío. Todos estos sonidos son la melodía más electrificante de Jerusalén, sumergiéndola en una esfera mística y armoniosa que se mezcla y evidencia con las sutiles fragancias del incienso, el café, el té y las velas de los zocos que se despliegan en los barrios.

Pero más allá de ser un crisol de culturas, Jerusalén es una ciudad contemporánea que mira hacia el futuro: prueba de ello son sus modernos edificios, los centros y galerías de arte y sus maravillosos locales y restaurantes de vanguardia. Todo ello se contrapone a los mercados donde los vendedores ofrecen frutas y verduras a la vieja escuela.

Te recomendamos...

  • Da un paseo por la Ciudad vieja, el barrio judío y el barrio musulmán. Fíjate en los detalles y en las particularidades de cada área. En el barrio judío verás sinagogas, centros de estudios de la Torá y el Talmud o incluso el Cardo Romano. En el barrio musulmán, en cambio, te perderás entre los aromas y colores de los bazares, las mezquitas y los sabores de la gastronomía tradicional de esta cultura.Ve también a la Explanada de las Mezquitas y visita la maravillosa Cúpula de la Roca, el lugar en el que, según los musulmanes, Mahoma ascendió a los cielos para reunirse con Dios. 
     
  • Visita el Muro de las Lamentaciones. Se trata del lugar más sagrado para el judaísmo, un muro que constituye el único vestigio que queda del Templo de Jerusalén. Fue levantado por los judíos para proteger el templo, edificio que fue destruido por los romanos, quedando solo el Muro. Hoy en día es testigo de millones de deseos y plegarias de sus fieles.
     
  • No te pierdas el Santo Sepulcro. Es uno de los edificios más sagrados, en este caso para el cristianismo. En su interior se encuentra, según el Evangelio, el punto exacto donde se produjo la crucifixión, la sepultura y la resurrección de Cristo. Además, es el templo donde se dice que descansó el cuerpo de Cristo tras su crucifixión.
     
  • Ve al Monte de los Olivos. Aquí se encuentran los Jardines de Getsemaní, que es donde Jesucristo rezaba habitualmente y donde fue arrestado por los romanos. Aquí se encuentra también un cementerio judío con más de 150.000 tumbas porque según su religión es el lugar en el que Dios empezará a redimir a los muertos cuando llegue el final de los tiempos.
     
  • Conoce la Vía Dolorosa. Recorre los 14 puntos de esta ruta que te llevará a hacer el trayecto que Jesús hizo antes de ser crucificado. En muchos de los puntos hay capillas e iglesias en las que se conmemora la crucifixión.
     
  • Escápate a Nazaret, Belén o Tel Aviv desde Jerusalén. Conoce los alrededores de Jerusalén realizando algún tour desde la ciudad y disfruta de los mejores puntos de vista de Israel, un país que ha sido un interesante punto de encuentro de imperios, culturas y religiones desde los albores de la historia.
Estación 9 de la Vía Dolorosa en Jerusalén

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