Chocolate de Bruselas: delicioso y único

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Si viajas a Bruselas, hay algo que no podrás dejar de hacer: probar los exquisitos chocolates belgas, los mejores del mundo, según se dice.

Aunque las técnicas de fabricación del chocolate fueron tomadas de los suizos, los belgas pronto consiguieron imprimir a sus productos un sabor especial y distintivo. La mayoría de las chocolaterías (excepto Leónidas y alguna más) continúan fabricando sus colecciones en forma artesanal.


Tim Chapman


sart68


Dmitriy Moiseyev

No tendrás que caminar mucho para buscar una chocolatería: en Bruselas hay 500 tiendas de chocolate, algunas de las cuales tienen sabores totalmente originales.

En la elegante Place du Grand Sablon, por ejemplo, se encuentran las chocolaterías más famosas, como Wittamer, Pierre Marcolini, Biscuiterie Dandoy, Godiva y Neuhaus, cada una con sus propias especialidades. Casi todas ellas tienen una experiencia de más de 100 años en la fabricación de chocolate.

Neuhaus (en Grand Blason desde 1857) puede decir, orgullosamente, que fue fundada por quien inventó, en 1912, un chocolate especial (ahora mundialmente conocido), llamado “cobertura”, con el que comenzó a bañar los pralinés, una de las golosinas más tradicionales y populares del país. Pero no imagines el mismo praliné que puedes comprar en cualquier otro lado. Las 60 variedades de praliné de Neuhaus están rellenas con distintos sabores y texturas: crema de café, nueces y almendras, semillas de sésamo, violetas cristalizadas, sal marina, frutas, o… más chocolate.


Joseph Brent


wycchan

Wittamer, por su parte, es la chocolatería que provee a la realeza belga. Fue fundada en 1910, y venden tanto tradicionales bombones de puro chocolate, como exquisiteces que incluyen especias de Madagascar. En el primer piso funciona un café, desde donde puedes disfrutar la vista de la Place Sablon mientras saboreas alguna de las delicias que preparan.


sakura chihaya

Marcolini, también centenaria, expone sus colecciones en cajas de vidrio, como si fueran joyas. Allí encontrarás combinaciones que jamás has soñado: chocolate con jengibre, con flores de azahar, con maracuyá y mango…


hans beernink


Andrei Zmievski

Una experiencia aparte puede ser la visita a la chocolatería Laurent Gerbaud, en Rue Ravenstein. Aunque no tiene la larga tradición de las anteriores, no se puede negar que sus sabores son, por lo menos, exóticos, además de refinados: cáscaras de naranja, peras, damascos y ciruelas, frutos secos, pimienta, chile, jengibre y trufas…  todo cubierto con el mejor chocolate. Gerbaud se ha inspirado en las especias chinas para sus colecciones, y por eso su logo es el símbolo chino para “chocolate”. Gerbaud se enorgullece en afirmar que sus creaciones no contienen ningún agregado: ni manteca, ni azúcar, ni colorantes, ni conservantes… puro cacao del mejor, traído desde sitios tan distantes como Madagascar o Ecuador.

Si después de leer todo esto te han entrado unas ganas locas de comer chocolate belga, no desesperes: no necesitas viajar a Bruselas. Puedes comprar una caja en cualquiera de los mejores fabricantes a través de internet.  Cuando la caja llegue a tu casa, no se lo cuentes a nadie y disfrútala. Yo prometo guardar el secreto.

Un comentario en “Chocolate de Bruselas: delicioso y único”

  1. felipe dice:

    En mi pueblo, Alcala del Jucar, hay una chocolatería que deja a la altura del betún a Bruselas, ven a visitarla, Casa Rural la bodeguilla, casarurallabodeguilla.com, y no te arrepentirás, chocolate negro, blanco, de menta, todos buenisimos.

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