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La Catedral de San Vito es uno de esos monumentos que quitan el habla. Se encuentra dentro del complejo del Castillo de Praga y es el mayor ejemplo de arte gótico de la ciudad. Su perfil es tan majestuoso por dentro como por fuera, y la visita es, sin duda, uno de los imprescindibles de la ciudad. Que no te amedrenten las largas colas que siempre se forman a sus puertas: suelen avanzar rápido y el ingreso realmente vale la pena.
Es un lugar sumamente importante en la historia del país ya que aquí fueron coronados todos los reyes de Bohemia. La catedral es también un importante mausoleo, ya que en ella se encuentran enterrados los santos obispos, arzobispos y algunos reyes.
La construcción de la catedral comenzó en 1344 por orden de Juan de Luxemburgo, en el lugar donde se levantaba una antigua basílica dedicada a San Vito, de la que aún se conservan algunos restos.
En 1419 las obras tuvieron que detenerse por la rebelión de los husitas y continuaron recién en el siglo XVI. Para fines del siglo XIX, a pesar de todas las obras que se habían realizado y el interés de distintos monarcas por terminar la catedral, esta aún no se había finalizado. Fue entonces cuando se formó una sociedad para terminar los trabajos. En 1929 la catedral abrió finalmente sus puertas totalmente acabada.
Lo primero que llamará tu atención cuando estés frente a ella son las imponentes torres que flanquean la entrada, de 80 metros de altura.
En el interior te sorprenderán las bellísimas vidrieras de colores, que están entre las más bonitas de toda Europa. Fueron construidas en su mayoría a comienzos del siglo XX por los más grandes maestros del cristal de Bohemia y reconocidos artistas, entre ellos el famosísimo Alfons Mucha.
Busca el vitral diseñado por Mucha, porque no querrás perdértelo. Lo encuentras en la nave norte y lo reconocerás fácilmente por el estilo del artista. Las imágenes representan, entre otras cosas, escenas de la vida de San Cirilo y San Metodio.
Algunos de los espacios que no puedes perderte cuando estés dentro de la catedral son:
Es, sin duda, el mayor atractivo de la Catedral y una joya del arte gótico. Allí se encuentran las reliquias de San Wenceslao, santo patrono de la República Checa.
Impacta especialmente la decoración de esta capilla. Parte de sus paredes tienen incrustaciones en piedras semipreciosas y oro, y frescos que representan escenas de la Biblia y la vida del santo.
Las joyas de la corona checa se encuentran en la sala de la coronación, a la que se accede por la capilla de San Wenceslao después de atravesar la friolera de ¡siete cerrojos! Entre los magníficos tesoros se encuentra la corona de San Wenceslao, que tiene nada menos que seis de los zafiros más grandes del mundo y una impresionante turmalina roja.
Pero todavía hay otro tesoro más por descubrir en la catedral, porque a través de la Capilla de la Santa Cruz se puede acceder al impactante mausoleo en el que descansan los restos de reyes y arzobispos de Bohemia. Entre los más importantes están Carlos IV de Bohemia, Wenceslao IV, Ladislao el Póstumo y María Amelia, hija de María Teresa de Habsburgo.
En este lugar puedes ver también los restos de la antigua rotonda y basílica de San Vito que se levantó en el siglo X, antes de la construcción de la catedral.
Por último, en la fachada sur está el Campanario, que mide casi 100 metros. Fue construido en el siglo XV y en su interior alberga seis campanas. La más importante es la llamada Segismundo y fue fabricada en 1548. ¡Pesa más de 16 toneladas! y es la más grande del país.
Todos los domingos, a las 10:00 de la mañana y a las 12:00 h, un grupo de 22 personas hace repicar las campanas durante 15 minutos. Es un buen espectáculo para presenciar, si los tiempos te lo permiten.
La visita a la torre vale la pena también porque desde allí tienes una de las vistas más bonitas de Praga desde las alturas.
Como habrás visto, la catedral de San Vito es un lugar maravilloso, con una historia apasionante y una arquitectura repleta de detalles de interés. Para aprovechar al máximo la visita a un sitio tan especial, te recomendamos hacer el recorrido junto a un guía profesional. Si te apuntas a un tour de Praga al completo, podrás visitar también esenciales como el Castillo o la Plaza Vieja en compañía de un experto y sacarle todo el jugo a todos los esenciales de Praga.
1 de noviembre al 31 de marzo: de lunes a sábados de 9:00 a 16:00 h. Domingo de 12:00 a 16:00 h.
1 de abril al 31 de octubre: de lunes a sábados de 9:00 a 17:00 h. Domingo de 12:00 a 17:00 h.
Entrada a la catedral: gratis.
Acceso a Exposición del Tesoro y Torre sur de la catedral: entrada combinada al Castillo de Praga (entre 250 y 350 CZK).
Prazský hrad - III. nádvorí
Tram 22, parada Prazsky Hrad.
